EL PERDÓN y EL ARCÁNGEL ZADQUIEL

La rabia y el enojo en nuestras vidas. Un sentimiento que no habiamos explorado en el grupo e hizo que comenzara a buscar más información del tema y les tengo para compartir lo siguiente.

De acuerdo con la Real Academia Española de la lengua, las palabras perdón y perdonar provienen del prefijo latino PER y del verbo latino DONĀRE, que significan, respectivamente, "pasar, cruzar, adelante, pasar por encima de" y "donar, donación, regalo, obsequio, dar, lo cual implica la idea de una condonación, remisión, cese de una falta, ofensa, demanda, castigo, indignación o ira, eximiendo al culpable de una obligación, discrepancia o error.

¡Cuál fue mi sorpresa!. El significado de Perdonar es algo bastante alejado y diferente de lo que nos han hecho creer, poco tiene que ver el verdadero «Perdón» con ese acto de benevolencia entregado a quien nos ha hecho daño.

Quizás es esta idea errónea la que nos haga perdurar en no poder permitirnos perdonar, como si fuera que nosotros somos los que tenemos el papel de liberar a quien nos ha ofendido y con eso viviéramos felices por siempre jamás.

En la realidad este perdón es mentiroso, es irreal y ¿por qué digo esto?…Porque nada podemos hacer para liberar a nadie, salvo que esa persona se permita su propia liberación y aún así, esto no nos hará libres, si no entendemos el «Para qué» ocurrió eso en nuestra vida.

Si enfocamos el perdón como comenté al principio, sólo son pañitos de agua tibia, pero el peso, la carga del rencor, el poder desalojar a esa persona de nuestra cabeza, seguirá sin existir de forma definitiva, porque el perdón real no es ni más ni menos que un acto de amor hacia nosotros.

Perdonar es darnos la posibilidad de sacar la basura que en algún momento dejamos en la puerta de nuestro corazón, y  nosotros decidimos dejar que se dañara allí. Te imaginas, saliendo a la puerta de tu casa a quejarte del olor a podredumbre, uno y otro día, ¿sin hacer nada para alejar esa bolsa rancia de tu casa?.

Pues esto que te parece tan obvio en el ejemplo, es una analogia de lo que te permites que ocurra cuando no perdonas desde el amor hacia ti, por que tú lo mereces, porque tú necesitas esa limpieza.

Esta visión del «Perdón» es mucho más efectiva para nuestra vida, más práctica y amorosa y repercute única y exclusivamente en la liberación de esa carga que ya no nos queremos permitir llevar.

"Deja ir la Rabia y el Enojo sana el corazón".

Un enemigo del corazón es la rabia. Nos enojamos cuando no obtenemos lo que queremos.

Muéstrame a una persona enojada y te mostraré a una persona herida. Y te garantizo que esa persona está herida porque le han quitado algo. Alguien le debe algo.

Todos conocemos personas cuya rabia puede ser expresada de las siguientes maneras: «Arruinaste mi reputación». «Me robaste mi familia». «Te llevaste los mejores años de mi vida». «Destruiste mi primer matrimonio». «Me despojaste de mi adolescencia». «Me quitaste la pureza». «Me debes un aumento». «Me debes una oportunidad para intentarlo». «Me debes una segunda oportunidad». «Me debes afecto».

La raíz de la rabia o el enojo es la percepción de que algo te ha sido quitado. Te deben algo. Y ahora se ha establecido una relación deuda-deudor.

¿Qué deuda está causando la rabia que sientes?

¿Cuánto tiempo vas a permitir que las personas que te han lastimado controlen tu vida? ¿Otro mes? ¿Otro año? ¿Otra etapa de tu vida? ¿Cuánto tiempo?

¡Me gustaría proponer que hoy sea el día en que dejemos de aferrarnos al dolor!

Si bien es cierto que no podemos cambiar lo que sucedió, también es cierto que no tenemos que dejar que el pasado controle nuestro futuro.

LES TENGO LA FORMULA MÁGICA!!

En Efesios 4, Dice: «abandonen toda amargura, ira y enojo». Si hacemos esto perdonándoos unos a otros. El remedio para el enojo es EL PERDÓN. Además le debemos incluir que "Debemos perdonar 70 veces 7".

Si esperamos que nos paguen por los daños que nos han hecho, seremos nosotros quienes pagaremos. Si, por el contrario, cancelamos las deudas que nos deben, seremos liberados.

El enojo no resuelto producto de un daño intencional o no intencional, es el más devastador. Sin embargo, es el más fácil de superar y es simplemente con decidir cancelar la deuda. Decides y declaras: «Ya no me debes más».

Sigue este proceso de cuatro pasos hoy:

1 Identifica con quién estás enojado.

2 Determina lo que te deben.

3 Cancela la deuda y perdona.

4 No dejes que el enojo se acumule de nuevo.

Puedes también combinar técnicas que hayas escuchado o como lo manifiesto con frecuencia «Hacer tu propia ceremonia». Lo más importante es la intención y que te lo tomes en serio, invierte tiempo, como si te estuvieras dedicando ese espacio para hacerte un gran regalo.

¿Puedo utilizar estas técnicas de perdón para perdonarte por actos cometidos a otras personas o a ti mism@? Por supuesto, es más, deberías comenzar a hacerlo, contigo eso supondrá un gran avance para tu vida. El procedimiento es el mismo, pero dirigido hacia a ti mism@.

Este ejercicio me hizo recordar que hace meses había dado vida al Taller del Perdón, información que por algún motivo se me perdía, borraba del pc y hasta del celular.

Como en todos estos procesos, involucro a mis ángeles amorosos. Para este taller me voy apoyar de un Arcángel maravilloso que es Zadquiel. Hace poco les compartí información de él, quien es llamado el Arcángel del PERDÓN.

Bueno ahora, te toca tomar la iniciativa, si te sirvió la información compártela, si sabes de alguien que necesite el taller compartelo, dale me gusta o bien déjame tus dudas y comentarios. Y apúntate a nuestro próximo taller del perdón, esta semana estará totalmente gratis. Quiénes estén interesados me comentan y les entrego el cupón de descuento.